martes, mayo 19, 2009

Palo Y A La Bolsa

El sincopado del retoño, un subterfugio...
Cae a tierra tarde o temprano, algo se ensucia.
La violencia más allá de la escencia,
El calis que contiene a la vida hecha girones.
Somos un proceso entre varios, una totalidad sangrante
Que vierte sus jugos en un eterno sol naciente;
Somos la parte de algo que duele
Y se pare a sí mismo a cada instante.
Desequilibrio constante, equilibrio mutante.
¿Yo? Un fulano, sin ojo en la frente.
Veo que estoy preso o inmerso
Y estoy bien dispuesto a disiparme.
¿Yo? Mientras vivo soy la sangre, luego...
¿Luego?
La sangre permanecerá sangre,
Aunque la sangre será distinta:
Un péndulo que oscila en dimensiones infinitas.

miércoles, abril 29, 2009

En el cuerpo, siempre en el cuerpo está la cruz.
El brazo se deshace en contorsiones estrafalarias
Desesperando al ver que los dedos fallan. Desatino.
El pecho, un cuerno. El rostro, un misterio.
Mi propio rostro.
Los ojos indecifrables, en silencio pero llameantes.
Sinécdoque de espasmos involuntarios afila un dardo,
Apunta al centro del desengaño:
Veneno de revolucionario en mi copa.
¿Y por qué no dar rienda suelta a mis caprichos?

Alguien me dice que vamos ganando...
-¿¡Ganando qué!?
-No seas idiota, eso no es lo que importa.

Una cascada de emociones sancionables
Y ni una palabra para describirlas.
De nada sirve encomendarme a mis musas,
La una sorda, la otra tuerta y la tercera, rusa.
La una no me escucha, la otra distorciona y la tercera ¿Qué importa?
Es la más bella y astuta y, sin embargo,
Lo mismo vale que fuera muda.
No percibimos más que la noche oscura y, sin embargo,
Sus ojos brillan con luz de luna nueva.
Guían, quién sabe a dónde. No hay un mapa para este territorio
Quizás perdido entre los sueños de un torturado,
Seguro lejos del norte.

Estamos - estoy- nadando en el río de los muertos.
Somos hombre y tres quimeras frente al rugido
de mil espíritus quebrándose.
¿Devendrá el capricho de un dios en
En camino amarillo?
Vagaré - vagaremos- hasta entonces, pero
¿Quién arrullará los llantos?
Quién aplacará los gritos?
¿Dónde han escondido los fusiles?

Somos hombre y tres quimeras contra la noche entera.

sábado, abril 11, 2009

Queridos leectores:
Por situaciones circunstanciales, la compañía se ha visto imposibilitada para publicar nuevas entradas. Tal vez, cuando la crisis mundial del capitalismo se pase de largo y arriben tiempos de bonanza económica digna de los años noventa, flamantes publicaciones puedan ser incluidas. De momento, deberán ser pacientes. Sepan disculpar las dificultades causadas (conocemos el rol fundamental que es este blog juega en vuestras vidas cotidianas).

sábado, febrero 14, 2009

A Fulanita de Tal

Viajo en letras sifilíticas
Hacia paisajes ciclópeos e inestables,
Árido como un vendedor de seguros.
Me desvivo por el recuerdo de un amor desolado
Que jamás sonó a violines;
Espero, como entumido, entre desechos de curtiembres
Algún latigazo de la suerte.
Si es cierto que vine al mundo para pegarme un tiro
¿Por qué todavía respiro?
Tengo un reloj que pierde las horas entre las once y las seis;
La respuesta: al caer la noche ya no soy yo mismo.
En ese momento entiendo que el tiempo
Es un invento, y la vida una sonfonía disonante.
Al caer la noche, ya no soy yo mismo,
Existo, casi exclusivamente para ese par de ojos negros
Que aun no he visto.

Muñeira de las Falsedades o Cuando Uno Nace Sin Superyo

Bajo la lluvia ácida,
Terremotos de falasias me expulsan
Como un bólido, atraído al epicentro
De tu locura.
Me zambullo en cada charco que encuentro
Y salpico borbotones de perfidias
Mientras sueño con tus besos incorrectos.
Entre una tormenta de indecisiones
Y claroscuros misóginos
Encuentro tus ojos.
-Lo he dejado- me mientes.
-No puedo creerte- miento, creyéndote.
El cuarto de hotel de siempre
Nos recibe con el cariño de un amigo
Que no hemos visto en meses.
Terremotos, borbotones, bólidos que,
Cuando tu locura se agota,
Vuelven a dejarme mudo
Bajo la lluvia ácida.

miércoles, febrero 11, 2009

De Frante Marchen, Zapatillas.

I
Va al diecisiete,
¡De frente marchen zapatillas!
Que resistan las costuras,
La muerte está ahí enfrente.
Redoble de tambores rojos,
El bosque oscuro muje ante sus ojos.
Atrás quedaron los altos días de gloria
Y pretendida gracia divina.
El bamboleo de las hojas lo hace temblar.
Enmudece del espanto;
El viento robó su compostura
Sólo por un momento.
Sigue adelante, camina recio
Con rumbo fijo a desgracia muda.

II
La amargura se cierne
Sobre aquel supuesto aventurero.
Pierde la templanza al caer la noche.
Arma un fuego con lo que encuentra,
Se serena. El cansancio asoma,
Se desmorona su atención sobre el fogón
Y se queda dormido.

III
En la cúspide de su sueño intranquilo,
El rujido del jaguar...
Desesperación no lo describe del todo,
El sustantivo nos queda corto.
La garra, siempre certera; el dolor punzante.
Los gemidos, los sufridos gritos,
Los alaridos calcinantes
Ceden ante la primer gota de sangre.
Se asfixia...
Otra vez el sueño, tranquilo ahora,
Le reprocha triste la firme marcha
De sus benditas zapatillas rotas.

jueves, enero 15, 2009

Donde estaba Dios, Libertades conjugadas resistiendo.