jueves, agosto 31, 2006

Agridulce

De mis ojos, ácido
De tu lengua, gritos
De mi mente, sales
De tus ojos, llanto
De mi miedo, hambre
Y desde mi hambre canto
Canto la vida y obra
Del amor, amor
Amor que ha muerto en vida
Con mi mirar de ácido
Y tu gritar de espanto.


No se si es triste o feliz, no se si es dulce o amargo. Por eso lo titulé agridulce, porque tiene casi un doble sentido. Ultimamente me estos sintiendo así, agridulce. Por momentos energía brota y no me deja parar y por momentos no tengo fuerzas para nada. Supongo que eso vivir, no? Sufrir y reir son la misma cosa, solamente hay que saber desde donde mirar.

Y si, hay que vivir más lento

Y si ser genial no fuera tan importante?

Una estrella en el ocaso
Una margarita al amanecer
Cosas lindas, cosas buenas
Pero pocos las pueden ver

Furtivas
Sin razón aparente
Vocecitas silvestres
Desde adentro
Dicen sin cuidado
Lo que sienten
Pero no todos saben
Lo que pretenden
Y las voces pasan y
no queda nada, queda el viento

Cuando las oigo
Vampiros en la madrugada
Los gritos, las llamas
Una hoguera invisible
Una ocultadora fogata
Pero a veces un cielo límpido
A veces un cielo claro
A veces tu voz aparece
Pero a veces no dice nada
Casi nunca unos labios tiernos
Casi nunca sin decir nada
Casi nunca me muero, casi nunca
Casi nunca sin sentir nada



De momentos duros ya hablé demasiado. Esto es lo más cerca que llegué de cantarle a la vida sobre el amor que le tengo, debajo del cinismo de mis palabras, atrás de la máscara de conquistador romano.

Hay que vivir más lento a veces...