jueves, agosto 31, 2006

Y si ser genial no fuera tan importante?

Una estrella en el ocaso
Una margarita al amanecer
Cosas lindas, cosas buenas
Pero pocos las pueden ver

Furtivas
Sin razón aparente
Vocecitas silvestres
Desde adentro
Dicen sin cuidado
Lo que sienten
Pero no todos saben
Lo que pretenden
Y las voces pasan y
no queda nada, queda el viento

Cuando las oigo
Vampiros en la madrugada
Los gritos, las llamas
Una hoguera invisible
Una ocultadora fogata
Pero a veces un cielo límpido
A veces un cielo claro
A veces tu voz aparece
Pero a veces no dice nada
Casi nunca unos labios tiernos
Casi nunca sin decir nada
Casi nunca me muero, casi nunca
Casi nunca sin sentir nada



De momentos duros ya hablé demasiado. Esto es lo más cerca que llegué de cantarle a la vida sobre el amor que le tengo, debajo del cinismo de mis palabras, atrás de la máscara de conquistador romano.

Hay que vivir más lento a veces...