miércoles, mayo 16, 2007

De Un Hombre En El Subterráneo

La piel de la paradoja
Es una cajita llena de noviembres
Caminar sobre alfombras rojas
Más bien te deja un gusto a curtiembre

La sangre de la paradoja
Es pudrirse en las estructuras
Es quemarse con inhertes sogas
Rezando por algo de libertad

La carne de la paradoja
Tiene cuerpo y alma de mazmorra
Pero más bien huele a rosas
Cultivadas en ciudad

La paradoja de la urbanidad
Es un útero carcelero en llamas
Del que tendrás que nacer al alba
Dejando viuda a la vacuidad