lunes, octubre 09, 2006

Viejo.

Por más vano que parezca
Te recuerdo en cada gota de vino
Mi muerto querido
Que nos robó traicionero el destino
Vos, tres veces peregrino
Caminaste por donde no hay caminos
Si tantas veces te me fuiste
Y tantas veces pudiste regresar
¿Cómo imaginar ese domingo
que no habría un domingo más?
Y a la vez, esa vez saber
Que te estabas dejando vencer
Que la muerte venía a besarte
Y vos le besabas los pies
Y yo en tus ojos veía pasar
El domingo en que no hubo un domingo más
Todas las tardes de hacer velas
En las que un pequeño se atrevía a soñar
Que por fin tendría papá
Y que la vida era sueño
Y los sueños eso nada más
Pero también esa vez vi en tus ojos
La promesa de lo que no será
De beberte en cada gota de vino
Ese suave vino triste
Que tomo a veces con Juan
¿Qué otra cosa me dejaste
me pregunto a veces, papá?
Un reloj que no anda y me queda grande
Una o dos fotos, un tal vez, un quizá
Y ese saber vivir la vida
Esa hermosa rabia divina
Ese no parar de volar
Así que hoy estoy convencido
De que el domingo en que no hubo un domingo más
Me diste vida dos veces
Porque un corazón lastimado
Es mil veces más sabio
Y si se descuida uno algún día
Se encuentra gordo, viejo y pelado
Pero agradeciendo siempre a la vida
No haber perdido la libertad.